viernes, 12 de febrero de 2010

Leishmaniosis

La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria
transmitida por la picadura de la Lutzomyia. Existen
dos formas clínicas clásicas en el Perú: La cutánea andina
o Uta y la mucocutánea selvática o spundia. Se ha
encontrado perros infectados con la forma cutánea
andina. El reservorio de la forma selvática se encuentra
en animales salvajes como el oso perezoso, la sarigueya,
entre otros. La leishmaniosis cutánea muchas veces cura
sola y luego de años puede afectar las membranas.
Clásicamente las úlceras son no dolorosas única o
múltiple y puede ser confundida con otras
enfermedades como la tuberculosis cutánea, la sífilis,
la lepra, el cáncer de piel (carcinoma de células
basales), paracoccidiodiomicosis, esporotricosis, etc. La
Leishmania puede también ocasionar enfermedad
sistémica o leishmaniosis visceral con complicaciones a
veces mortal; esta última forma no se ha reportado en
el Perú.

Los síntomas en la enfermedad de la piel (leishmaniosis
cutánea o Uta) son: mácula o pápula eritematosa que
luego progresa a una úlcera cutánea que se forma en
el área de la lesión original, la que sana muy
lentamente, en cuestión de meses, pueden formarse
lesiones más pequeñas alrededor de la úlcera (lesiones
satélites). La forma andina es frecuente en niños y
afecta cara y miembros superiores e inferiores. Cuando
afecta las mucosas produce obstrucción nasal, coriza,
epistaxis, úlceras y erosión tisular (boca, lengua, encías,
labios, nariz, y tabique nasal), disfagia con compromiso
esofágico, dificultad ‘para respirar con compromiso
traqueal. Los exámenes para realizar el diagnóstico en
la enfermedad son: test de leishmanina o prueba
cutánea de Montenegro, biopsia de piel, cultivo del
material. Los principales medicamentos para tratar la
leishmaniosis cutánea son los compuestos que contienen
antimonio pentavalente: antimoniato de meglumina,
estibogluconato de sodio, últimamente se ha usado con
éxito el imiquimod en forma tópica, en cambio para
los casos mucocutáneos se utiliza preferentemente el
anfotericina B.

En ocasiones suele necesitarse una
cirugía plástica para corregir la desfiguración por las
lesiones faciales destructivas. La forma más inmediata
de prevención es protegerse de las picaduras del
flebótomo por medio del uso de repelentes insecticidas,
utilizando ropa adecuada y colocando mallas en las
ventanas y toldillos alrededor de las camas (en áreas
endémicas) para reducir el riesgo de exposición. No
existen vacunas ni medicamentos preventivos para la
leishmaniosis.

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